Con lo bien que iba.
Una vez visto el quinto episodio me pregunto si los guionistas se han vuelto majaras o qué. Parece que nos toman por tontos: es curioso como después de tanto tiempo la infiltrada en la División no le hayan detectado sus conversaciones por chat -es que no me lo creo- con tanta seguridad informática que tienen.
También nos muestran un agente, de denominación «guardián», de categoría «limpiador» que debe de ser la hostia en vinagre en eso de las peleas y tiroteos. La cuestión es que empieza ya el episodio con una gran cagada por su parte, pese a que después no los intenten justificar con los emotivos sentimientos aflorados recientemente sobre el ser humano, la vida, y la biblia en verso. Y a lo largo de episodio nos encontramos más actos -tanto por parte de él como de Nikita- que no corresponden con los agentes fríos que debían ser.
Quizás deberían volver a serlo un poco más y así no meterse en tantos líos como se meten por ser más humanos. O igual es que como a mí me gustaría que sean más fríos no casa mucho conmigo sus actos.
Lo que sí es cierto es que Nikita ahora tiene dos colegillas más de aventuras, la periodista y...
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