O apología anti Sinde.
El caso es que llevo tiempo vigilando los estrenos en DVD y Blue-Ray gracias a blogdecine.com -en donde puntualmente te informan de todos los que salen- y estoy hasta las narices de que últimamente al DVD lo aparten como si de una cinta de VHS se tratara. No es que no saquen los estrenos en DVD sino que simplemente los sacan más pelaos de extras que si de una cassette de música se tratara.
Luego ves los extras del Blue-Ray y ¡demonios! tampoco es para tanto la necesidad del nuevo formato. ¿Si llevan años poniendo todos esos extras en DVD porque ahora no? Facil, no les interesa. Ahora señores hay que comprar Blue-Ray que sino no se avanza. ¡Anda y que les den!
Por estas cosas y no otras quieren la ley Sinde. Ni derechos de autor ni porras. Todos sabemos que son las distribuidoras las que más pierden y más presión han hecho al gobierno.
Ahora tomemos una reflexión: Si un autor a de cobrar por cada vez que suena su música o ponen la película -¿por cierto, quién es el autor? Porque en una pieza están las manos de varios artistas- por simple comparación lógica cada vez que mi mecánico haga una reparación artesana de un coche éste debería cobrar por cada kilómetro recorrido ¿o no? Me diréis que como es un coche de uso personal no cuenta -como la música-. Vale, lo admito. ¿Pero si el coche fuera de otro tipo de uso? Por ejemplo para correr en carreras. Entonces ya no es lo mismo porque se está recibiendo un beneficio -que así lo justifican en la Sgae- por una creación de un autor.
A la, ahí dejo eso.