O un poco de educación no te vendría mal chaval.
Como ya dijo Cervantes en boca de Don Quijote «a donde fueres haz lo que vieres» no tiene otro significado que aprende las costumbres locales, respétalas y no tendrás problemas ahí donde vayas. Lo malo es que esto sólo parece que nos lo hayamos aprendido los españoles porque toda la ralea que aquí viene parece que se hayan dejado la educación en casa. Dicho esto quizás me tratéis de racista pero nada tiene que ver con su origen, raza, sexo, o cultura. Simplemente que las normas del buen comportamiento que durante año han imperado en nuestro lugar de descanso se han visto trastocadas por la llegada de gente que -por los motivos que sean, que yo no los sé- se creen incluso con más derecho que nosotros a molestar, incordiar, gritar, abusar, etc... y si encima les dices algo te tachan de racista. ¡Tendrán jeta!
Luego dicen además que tienen sus derechos -aconsejo aquí a leer la constitución española sobre los supuestos derechos de los no españoles- y patatín patatán, y nadie les dice que no. Es alucinante.
¿Sabíais que en el ejercito hay más sudamericanos que españoles? ¿sabías que además tienen el lujo de hacer lo que les pasa por los huevos porque cuando acusan de racista a alguien los altos mandos militares se cagan en los calzones?
Toda esta gente además se autocreado un estereotipo que les ha marcado de por vida. Pero es un estereotipo que, repito, se han creado ellos solos. A través de sus acciones y su comportamiento -mal comportamiento- ahora definimos, o mejor dicho «tachamos» a la gente del Este de un tipo; a los sudamericanos de otro tipo. ¡Cuando antes no era así! Y es que aquí somos muy «quijotescos», termino que viene a decir que tratamos a la gente bien y sin prejuicios dejamos hacer pese a que nos joda. Pero si ellos mismos en lugar de venir en plan noble -y sí, ya estoy generalizando, pero no puedo poner los nombres de las excepciones- van y vienen como vienen pues la han jodido.
Además es que se les ha dado todo y han cogido la mano que se les ha ofrecido, el brazo y hasta el cuello. Ahora que no vaya ningún extranjero a buscar un préstamo porque sé que no se lo van a dar tan fácilmente como antes -justo irá si se lo dan con aval de un español-.
El caso es que han venido con sus costumbres intentando que nosotros nos amoldemos a ellas cuando son ellos los que deberían amoldarse a las nuestras. Curioso es el tema del vecino extranjero que no quiere entender que tiene que pagar la comunidad del piso -¿a quién no le pasa?- pero sin embargo siempre tiene dinero para comprar 100€ de alcohol para una noche. Y lo malo es que encima hay gente que todavía los apoya. Yo era de esos, sinceramente. Pero llegó un día que dije «hasta aquí» cansado de ver como aunque les expliques las cosas, costumbres y leyes se lo pasan por el forro de cojones y van a lo suyo.
Pero lo malo es que mientras las fuerzas del Estado -ya sé que suena fuerte, pero es que se llaman así- no se atrevan a poner coto a estos abusos de estas personas por miedo a que se les acuse de racistas esto no cambiará.
Por ejemplo pondré la situación que explicaba en un blog el Sr. Alcorze. Antes si estabas bebiendo una cerveza dentro de la piscina o molestando a la gente salía el encargado de turno e intentaba frustrar tu mala educación con una reprimenda. Si esto no funcionaba se llamaba a la policía. Ahora ni se atreven por el que dirán. Gran error. Si a esta gente no se les enseña las costumbres y normas de convivencia que imperan -¿o imperaban?- aquí ¿cómo vamos a esperar que las conozcan o las respeten? Y si no se les castiga -como se nos hacía a nosotros- cuando no las cumplan ¿cómo esperas que las cumplan?
Como podéis ver no tengo nada en contra de su raza, religión, sexo, procedencia, cultura. Pero sí que lo tengo de como se comportan en el lugar que les ha acogido. Esto, por supuesto, no son todos los casos. Siempre hay honrosas excepciones. Lo sé, que conozco varias.
PD: ¿Os habéis fijado que jamás llamo Latinos a los sudamericanos? Siempre me ha hecho gracia cuando alguno me ha dicho -todo chulo- «es que yo soy latino». Toma y yo, no te jode. El día que le expliqué a uno de donde venía el termino «latino» y lo que significaba se quedo a bolos.
2 comentarios:
Es un tema muy complejo. Tengo amistad con gente tanto del este como de Sudamérica que viven en nuestra ciudad y ellos mismos son los que no entienden esa etiqueta que algunos de ellos, como tú dices, se han puesto.
Esperemos que la segunda generación tenga menos complejos y envidia/desprecio respecto a los españoles para que podamos vivir todos juntos en paz.
Coincido del todo contigo.
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