domingo, 2 de febrero de 2025

Jugados 2023

 Ya han pasado dos años, casi, y lo tenía guardadito para poder postear aquellos juegos que tuve el ¿placer? de jugar en el 2023. Una labor que también repetí en el 2024 y sigo en el 2025 actual. De esta forma creo haber encontrado una forma de publicar unas breves reseñas de aquellos juegos que he probado. Incluso si los he vuelto a jugar poder contrastar con impresiones anteriores.

Sin más dilación.

Islets.

¿Quién dijo que los metroidvanias no podían ser sencillos y para todos? Existe la creencia extendida que este tipo de juegos son difíciles, muy difíciles. Con bosses imposibles, etc. Sobre todo después de la moda de la conjunción de los soulslike con el sistema metroidvania.

Pues no.

Este tiene lo mejor de un metrodvania: exploración y lore. Junto con unos bosses interesantes que no por ello imposibles.

Parece creado para no iniciados -cuidado que engancha- o si simplemente buscas un metroidvania ligero para descansar de épicos combates de miles de intentos y minutos agotadores.

Fue todo un descubrimiento que aconsejo sin duda alguna. Veamos el final:




Wonder Boy. The Dragon's trap.



Sin haber jugado nunca al original, desde que vi el trailer de este remake tuve ganas de probarlo. Lo instalé, lo jugué y lo disfruté como un enano. Tiene la gracia de poder alternar entre la versión gráfica original y la nueva (algo muy extendido hoy en día, la verdad, pero creo que este lo inició).

¿Queréis ver el final? Aquí os lo dejo.


Dark Forces 2: Jedi Knight.


La culpa de volver a caer en este juego de tiempos remotos fue el enterarme de un remake fan reciente en uno de los videos de La Poción Roja. Siendo como era un juego de mi adolescencia debía probarlo. Y vaya si lo probé. Testee varias veces la primera fase. No pude llegar a la segunda por algún bug de esta versión y me instalé la versión original. Fue entonces cuando pude comparar ambas versiones y admirarme por el cambio gráfico de la nueva versión.

Sin embargo, ya que estaba, jugué la primera fase; la segunda; la tercera...

Volviéndome a maravillar como aquel chaval que jugara en su día este juego recién publicado.


Vampire Survivors.

Seré mal jugador, pero no he pasado del primer escenario. Sí, estoy escuchando las risas de la platea pero no he llegado más allá del cuarto de hora. Aún así de vez en cuando le echo unos minutos. 

Por supuesto, con este éxito no pienso en comprar los DLCs. Y eso que hay colaboraciones con otros juegos muy interesantes, la verdad.




Death Or Treat (demo).

No sé si es un buen ejemplo de roguelike pero me ha gustado. Me ha gustado la demo para pasar un ratico. Nada más. No me gusta eso de que cada vez sean recorridos diferentes o nuevos escenarios. Me gusta conocerme el camino y poder consultar un mapa etc. Este, quizás al ser una demo, me ha resultado muy jugable, de nivel fácil y de escenarios repetitivos.



Con un gran arte detrás me parece más bonito que ver que de jugar. Pero aún así no le discuto su jugabilidad, que me ha gustado.


Left 4 Dead 2.


El hecho de que se puso de oferta la duología en Steam facilitó la adquisición por parte de amigos para poder jugar online de forma casual. un euro y medio no nos quita de pobres y nos facilitó horas de diversión.


9 Years Of Shadows.

Metroidvania indie del otro lado 'del charco' preciosista y de buena factura. Un estilo pixelart que enamora, con una banda sonora maravillosa. Lo critican por la poca diversidad de enemigos; que si no son más que variaciones cromáticas de tres o cuatro con diferentes stats para hacerlos más difíciles. ¿Qué más da? ¿Acaso importa si te mantiene enganchado? Pienso que la gente critica negativamente por una necesidad imperiosa de hacerse destacar sin pensar realmente las tonterías que escupen sus palabras. Tengo que admitir que lo compré después de haberlo jugado. 




Dying Light.

Otra vez caí en las redes de este juego. Debido a la oferta fantástica de Epic Games adquirí el juego con sus dlcs y poco importó que ya me lo hubiera terminado una vez, con DLC the following incluido. Volví a jugar motivado por el juego multijugador cooperativo que ofrecía y antes no pude disfrutar. No han pasado los años, no se le nota el tiempo, está genial. Y punto.


Prodeus.



 FPS bestial con un toque añejo; como eran los primitivos Doom o Hexen. Perteneciente a los mal llamados BoomFPS -pues no fueron los de la generación boom quienes los crearon y jugaron- ofrece una jugabilidad adictiva y frenética llena de adrenalina. Es de agradecer el toque de backtracking que se ofrece en la adquisición de nuevas habilidades, como si de un metroidvania fuese. Una leve fusión de géneros atractiva.

Veamos un gameplay de este FPS.





Aeterna Noctis.



Metroidvania de plataformeo dificil pero gratificante. Muy trabajado y preciosista en sus gráficos. Curiosamente llevamos un personaje que podríamos tipificar como caótico. Un señor del mal, un dios maligno caído, que poco a poco va recuperando sus poderes o habilidades. 
Metroidvania de plataformeo difícil como el puñetero infierno. Me enganchó de primeras para darme mil patadas a mi orgullo y desistir de él en la zona de los "planetas". Quizás porque ya llegué cansado de tantos tropiezos y ya se me hacía insoportable el incesante conteo de muertes. Pero que mis palabras no os desanimen pues es adictivo como él solo. Si os gustan los metroidvanias, claro está. 


Quake 2 remastered.

Sin palabras. Uno de los FPS más carismáticos y mejores del mundo. Empecé y no pude dejarlo hasta terminarlo entero, incluido el nuevo DLC que nos han regalado con este Remastered.




Planet of Lana.



Un juego de plataformas sencillo, bonito, salpicado de algunos puzzles que, debo confesar, alguno se me atragantó al no percatarme de algún tronco caído -toma spoiler-. Precioso y que tiene como curiosidad el recojer los 10 "coleccionables" de los 10 santuarios.

La historia no dice nada nuevo y seguro que si ya estáis curtido en los videojuegos la trama la veis venir de lejos casi al principio; pero no por ello se hace menos disfrutable. Un diseño artístico en 2.5 D que recuerda mucho, muchísimo, a Rime, lo hace, si cabe, aún más atractivo.