Demonios, colts y plomo.
Cuando leemos el título de «Cazador de demonios» y con el actor Wesley Snipes como protagonista lo primero que nos viene a la cabeza es que vamos a ver a una especie de Blade machacando demonios allá por donde ande. Así es como me enfrenté a esta película. Error.

Los actores realmente no lo hacen mal. Intentando impregnar algún aliciente al visionado pues solo por ellos se continua viendo la película. Afortunadamente el señor Snipes ha decidido prescindir de Blade para crear un ser nuevo que ofrecernos. Aunque conforme pasa la película más se parece a ese vampiro de la Marvel.
El guión es bastante simple y desaprovecha una buena base. Una trama sustentada sobre un lugar mágico en el Oeste, bajo las montañas, en donde se une el Cielo y el Infierno. Algo así podría haber dado para mucho más. No solo para la fantástica pistola que usa el protagonista.
En resumen; para verla una vez por curiosidad y si eso, estudiarla concienzudamente para ver en qué falla. Pero eso precisa un tiempo que no estoy dispuesto a invertir.
PD: Lo mejor los títulos de crédito. Sinceramente merecen la pena quedarse a verlos.
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