miércoles, 2 de noviembre de 2011

Alien


Marrdito bichejo.

Mascota bonita ¿no tendrás hambre?
Xenoformo con muy mala uva, capaz de sobrevivir el frío más extremo en el espacio exterior. Poseedor de ácido por sangre y una lengua retractil con dientes afilados.
Si sólo os dijeran esa definición en el trivial supongo que el 99% de la población acertaría a la primera.



Los cronistas de nuestra época han tenido a bien -a base de sus buscados beneficios- de contarnos las historias de estos bichos de diversas formas y medios. Nos iniciaron con ellos en la ya clásica película «Alien», de 1979, a la que le siguió «Aliens». Saltaron del celuloide al videojuego en su formato más consolero más viejo. Los Aliens se reprodujeron por las páginas impresas de los cómics, creando incluso más de alguna discontinuidad con la historia -está claro que los cronistas no se ponen muy de acuerdo entre ellos-. Discontinuidad que se puso de manifiesto con su tercera película. La tegnología avanzó y mientras los xenoformos seguían poblando los comics los ordenadores pronto recibieron la visita conjunta de estos Aliens con los Depredadores (Predators), haciéndose eco de los cruces que nos ofrecieron los cronistas en las viñetas.
Como siempre había algo que contar llegó la cuarta película del bichito «Alien: Resurrection». Cuya historia no gustó a tantos como se pretendía. Pero el celuloide no se cansó de su presencia y los famosos cruces AVP pasaron a la gran pantalla con «Alien Versus Predator» y «Aliens Versus Predator 2: Requiem».
Siempre se encuentran nuevos motivos para seguir explotando el xenoformo así que también los videojuegos han ido aumentando su número y cada vez con mejor calidad, al tiempo que nos descubren el entramado empresarial que hay en la trastienda de las armas biológicas del futuro.
Mientras esperamos a la nueva historia en celuloide del maestro Ridley Scott, que llevará por nombre «Prometheus», siempre podemos deleitarnos con los cachitos de historia que poco a poco nos reparten en los comics.


Sí, batman también se las ha visto con estos bichitos.

Características:
Mala uva, muy mala uva.
Rapidísimos, se mueven por cualquier superficie sin afectarles prácticamente la gravedad cual arañas.
Ácido como sangre.
No suelen matar a sus presas, sino que las "secuestran" para hacerlas funcionar como anfitriones de nuevos compañeros de juegos.
Miedo al fuego.
Sociedad de colmena. La reina ordena y manda sobre el resto con supuestas habilidades telepáticas.
Al nacer adoptan rasgos genéticos del anfitrión.

Ciclo vital:
Es muy sencillito -XD-. La reina pone un huevo. Cuando el huevo nota la presencia de un posible anfitrión se abre para dejar salir un animal que llaman abrazacaras que te agarra el rostro y te inyecta un parásito sumiéndote en un coma. Poco después de que el anfitrión salga del coma de su torso sale -sí, rompiendo costillas y todo lo que pille en medio- el alien en su estado menos evolucionado. Al tiempo crece y se convierte en ese hermoso hijo de puta del que todo el mundo huye. Bueno, todo el mundo no. Los Predators los usan como presas de caza al igual que los ingleses con el zorro.

Curiosidad: ¿Sabíais que el primer cronista que lo retrato fue el señor Giger en su libro Necronomicon, antes incluso que la primera película?

No, la película Cowboys & Aliens no tiene nada que ver con estos animalitos tan monos.






2 comentarios:

alcorze dijo...

Qué grande Alien. Me has recordado al juego de Aliens, el de la segunda peli. Anda que no me dí mal en donde había que pasar lo del ascensor.

SarlaukaJop dijo...

Mal rato también pasaba yo con lo del ascensor. Ahora gracias a la PSP lo paso con todos los créditos que haga falta, pero aún así era un juego cojonudo.