jueves, 16 de enero de 2020

Star Wars: Jedi Fallen Order

Más Jedis, esto es la guerra.



En Enero de este año saltó la noticia. EA cancelaba el juego de mundo abierto basado en la franquicia de Star Wars. Según algunas noticias el problema era su complejidad que restrasaba el proyecto (del hecho de que fue "heredado" de Visceral Games cuando este quebró no debía influirles) pero pronto nos calmaban prometiéndonos que Fallen Order sí iba a salir este año, Noviembre del 2019. Después de esta segunda cancelación, cuando la cancelación de Star Wars 1313 aún estaba sin cicatrizar, las expectativas de que cumplieran no eran muchas, no. 
Al menos teníamos Star Wars Battlefront 2 para disparar blasters, ahora que habían quitado las dichosas "cajas" monetizadoras. EA haciendo de las suyas.

Y cumplieron su palabra. Tenemos un juego más sencillo, pero no por eso peor. Una aventura arcade en tercera persona con puzles, desafíos y acción con sables laser en un mundo semiabierto. Una misión que nos permite recorrer varios escenarios a nuestro libre albedrío con localizaciones para las que será necesario adquirir tal o cual habilidad o poder. Una aventura con ligeros toques de rol. Parecido al estilo del Tomb Raider actual. ¿Habéis oído el concepto Metroidvania? Pues eso pasado a las 3D en tercera persona. La verdad es que ese apelativo surgido hace décadas describe muy bien de lo que se trata sin tener que poner un párrafo explicándolo como yo he hecho.
Empezaremos la misión con una primera toma de contacto en forma de tutorial (que recuerda mucho a Ensalved) en la que pese a las apariencias vamos avanzando por un 'pasillo' para aprender como manejarnos en el juego. Después ya la cosa se vuelve más grande. Continuamos en un planeta diferente en el que ya da más la sensación de estar en un mundo abierto y que podemos campar a nuestras anchas. ¿Seguro? No, pues para acceder a ciertos sitios necesitaremos desarrollar nuevas habilidades que bla, bla, bla... Nada nuevo pero sigue funcionando muy bien. Y además la historia está genial, muy atrayente. Con pasajes geniales como cuando asaltamos un AT-AT. 

Y ya las opciones se disparan cuando poco a poco se vuelven accesibles más planetas. Conocedores de que una de las cosas que más les gusta a los jugadores es el 'completismo', ese afán por llegar al 100% del juego, los programadores han tenido la delicadeza de ponernos un porcentaje del mundo descubierto en cada planeta. Yo no he llegado al 100% pero casi. Por si no fuera poco el aliciente de explorar por todos los rincones y ver que encontramos nos encontramos desperdigados por todo el mapeado ciertos 'cofres'(que a veces cuentan como secretos a descubrir) que al abrirlos conseguiremos viales de salud, nuevas piezas para el sable para tunearlo, ponchos nuevos (sí, ponchos), pinturas (o aspectos) diferentes para la nave o el droide que nos acompaña toda la aventura. Por supuesto nos sentiremos obligados a tenerlas todas. Es un impulso innato. 

A lo largo de la partida se nos van dando (a veces gratuitamente y otras descubriendo unos 'ecos' por ahí repartidos) unos datos, textos, información más o menos relevante para la partida. con la intención de apartar una mayor profundidad al juego y mayor transfondo a la aventura. Pero realmente solo nos hace perder el tiempo cuando nos damos cuenta que la mayoría solo resume los acontecimientos que acabamos de vivir. Y el resto, pues es intrascendente. La verdad.
Otro punto a favor que tiene es la posibilidad de poder seguir explorando tras finalizar la aventura. Dado que lo normal es que terminemos la historia sin haber conseguido ese 100% de cada planeta. Así, una vez nos manden al menú inicial (tras ver el final) podemos volver a pulsar en continuar para aparecer en la nave con un mensaje del creador en la que se nos indica que estamos antes de la fortaleza del final, que no la podremos volver a hacer (ni falta que hace, puntualizaría) pero que tenemos libertad para explorar y alcanzar nuestra plenitud porcentual. Yo personalmente lo use para ir a Jefko y explorar la zona de la nave derribada/destruida. Además, cualquier excusa es buena para volver a esos planetas y disfrutar de su buena dirección artística.


Cierto es que el juego no innova en nada pero tampoco le hace falta. Es un juego muy entretenido, bueno me atrevería a decir, y que te engancha de principio a fin. Aunque siempre podemos atribuirle unos 'peros'.

Pero el control de los combates es malo, yo diría muy malo. Unos combates que deberían ser sencillos malogrados por ello. Que sí, que he jugado en el modo más fácil y ocurre igual.
Pero ¿tan difícil era que los ponchos o piezas del sable sirvieran para algo más que su única función estética? Porque no sirven para nada más. Vamos. Creo que programando unos valores base de defensa que se incrementen según el poncho que llevamos y de ataque que se modifiquen según el sable tampoco estaría de más. Me parece que han perdido la oportunidad de darle un toque genial de rol al asunto. Tirón de orejas.
Pero a veces te quedas con cara de gilipollas cuando llegas a un sitio recóndito e inexplorado que nadie sabía que existía y te encuentras con varios stormtroppers. Como cuando acabamos en una sala cerrada o casi inaccesible y ahí nos encontramos con algún imperial. Incoherente ¿cómo ha llegado él? ¡WTF! Pero lo podríamos perdonar porque sino no habría juego, prácticamente. Aunque algo diferente se les podría haber ocurrido, digo yo.

En resumen: un buen juego no exento de fallos que, sin ser una revolución en el género, nos hará pasar unas horas muy entretenidas. 

Las preguntas: ¿Por qué nunca aparece Dathomir en las películas? ¿Por qué esos Jedis convertidos al lado oscuro no aparecen en ninguna película?