Clases de conducción

Regalo de Navidad.

El sábado por la mañana pude por fin ir a clase de conducción de prevención de alto riesgo. Un nombre largísimo para explicar que son clases para salir de situaciones pelígrosas en la condución.

Por supuesto que la principal teoría impartida es la de conduce con cuidado, precaución, y no como si de un circuito de Formula 1 se tratará -en grandes rasgos viene a ser eso-. Consejos necesarios porque hay gente que se olvida de ellos demasiado a menudo.

Por mi parte disfruté mucho tanto de la teoría como de la práctica. Aunque seguro que el resto de los presentes disfrutaron más que yo -el profesor no cuenta-. Me daba la sensación de que ellos estaban más por el hecho de poder hacer derrapajes y sobrevirajes que por aprender otras cosas.
Aún así son unas lecciones válidas para todos y que merecen la pena.

Lo único que siento es haber tenido que madrugar para ir. Con lo que me gusta dormir en fin de semana.