La clave del enigma del Paso Dyatlov.
Renny Harlin es uno de esos directores que tras alcanzar las mieles del éxito se ha visto relegado a la realización de películas de menor calibre pero no por ello de menor interés. Recordado por los viejales por ser el autor de la famosa Jungla 2 o la anterior Pesadilla en Elm Street 4, relanzar a Stallone en Máximo Riesgo o crear Memoria Letal (ya en horas bajas) poco a poco su estrella se fue marchitando en parte debido al fracaso de la película de piratas La isla de las cabezas cortadas -que sin ser una maravilla se dejaba ver pero la mala suerte se cebó con ella-.
En 2013 nos ofreció esta película basada en el misterio del Paso Dyatlov; allá en la lejana Rusia. Para ello el director pasa al género del terror con el que ya tanteara en El Exorcista: el comienzo. Nos hace ver una película entretenida y a ratos inquietante -sobre todo los momentos finales- que ofrece su particular visión de lo que pudo suceder y el porque de su silencio gubernamental.
El guión no es que sea de otro mundo; simple cuyo único aliciente es el cómo nos lo explicarán al final. Pero entretenido. Los actores no son para Oscar. Hay que admitirlo. Pero una buena realización solventa sus deficiencias para amenizarnos la tarde.
En resumen: ver, disfrutar y a otra cosa.
Lo mejor: el paisaje.
Lo peor: esa sensación al final de haber adivinado ya que es lo que ocurre.
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