domingo, 1 de abril de 2018

Código abierto

La chica del tatuaje del dragón se convierte en espía.

Desconocía esta película. No sabía ni de su existencia hasta que ha acabado en mis manos. Ni siquiera sé si tuvo algún éxito en las salas o si se llegó a estrenar en el cine siquiera. Admitiré que al ver el reparto y el género al que se atiene la curiosidad pudo conmigo y quizás por eso la he disfrutado tanto.

No diré que es una excelente película de espionaje/acción que pueda equipararse a Jason Bourne. Ni siquiera lo intenta. No estamos hablando del mismo estilo de historia o película. Sí, son espías, y sí, van un poco perdidos en la historia intentando arreglar el entramado de turno y de paso sobrevivir a la ensalada de tiros en las que se ven metidos. Pero ni ella es Jason ni Jason es ella. No nos encontramos con un clon de bajo presupuesto, como alguno apuntó en su día. Cierto es que no nos vamos a topar con una manufactura tan buena como la saga Bourne. Hablamos, claro, de las tres primeras; de la cuarta y quinta... Pero que eso no os impida disfrutar de una película entretenida que, sin ser complicada, nos da aquello que a todos nos gusta en estas cintas de espionaje, contraespionaje y antiterrorismo.

Además nos encontramos con un reparto sorprendente: la protagonista Noomi Rapace (conocida todos por la saga Millenium y cuya carrera no hace más que mejorar), Orlando Bloom (al que la edad hace mella en su élfico rostro), Michael Douglas (que quieras que no siempre llena la pantalla) y John Malkovich (¿de verdad no lo conocéis?). Quizás se eche en falta un poco más de minutos en pantalla del señor Malkovich, pero hay que admitir que serían innecesarios. Por lo menos los cuatro mencionados, bien acompañados de Toni Collette como enlace/jefa (no está claro) del servicio secreto británico, lucen bastante decente en sus papeles. En lo personal diré que me ha sorprendido Orlando.



El director cumple. Tiene detalles buenos pero tampoco es que nos encontremos en una excelente y maravillosa película de acción. Igual aquí sí que se nota el bajo presupuesto. Aunque para asegurar eso deberíamos saber cual es el susodicho presupuesto. De todas formas su forma de presentarnos la película quizás se deba a "medios más limitados". Aún así cumple, lo vuelvo a decir, y no nos hace aburrirnos con una trama que sobre los 60 minutos nada nuevo nos va mostrar.

En resumen: película entretenida para disfrutar sin grandes pretensiones.
Lo mejor: que por fin se nos va quitando la imagen élfica de Orlando Bloom.
Lo peor: que a la hora ya sabemos quién es el malo de la película.

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