domingo, 9 de junio de 2013

Gantz

El otro día engañé a mi mujer. Sí, lo admito. Le dije durante la cena «te voy a poner una película de culto...». La pobre casi se atraganta con el vaso de agua. La cuestión es que sabía de antemano su postura y ella fue paciente y comprensiva y accedió al evento. Supongo que pensando que iba a dormirse a los cinco minutos. Creo que tuve un pequeño momento telepático en el que pude escuchar un «¡Oh, Dios mío!». 
Peor fue su «Ahí madre» cuando aparecieron los caracteres chinos en pantalla.
Pero yo sabía que a los cinco minutos ella estaría atrapada en la curiosidad y la intriga de la película. ¿Qué pasa aquí? ¿Están muertos? ¿Qué es la bola negra?

Porque el argumento gira en torno al enigma de una esfera negra que resucita a los muertos para enviarlos de misiones cada noche. ¡Ala, a cazar aliens! Que igual que los llaman aliens los podrían llamar monstruos, o demonios -de hecho se parecen algunos demasiado a los demonios de la serie Sobrenatural, incluso tienen el mismo color de ojos-. Esa bola negra es Gantz. Y poco más se puede decir sobre ella porque nada más se explica de su origen o naturaleza a lo largo de dos horas largas de película. Eso sí, sabemos que al final de cada misión otorga puntos a los supervivientes -da igual lo mal parado que hayas acabado, si respiras al teminar la cuenta atrás vuelves como nuevo al hogar- y al llegar a 100 te da dos opciones: Liberarse de Gantz o revivir a un muerto de Gantz.
Cualquiera diría que vamos a ver unas escenas trepidantes de acción para flipar, etc. etc. No. La película más bien, pese a introducirnos en ese misterio, trata de las comidas de tarro de tres de los resucitados -protagonistas al caso- y lo que hacen después de sobrevivir a la primera misión. Una misión que les sirve de aprendizaje y a la postre se presenta demasiado larga. 
Pistola subsónica molona que todo lo revienta.
Posteriormente todas sus dudas e introspecciones lastran la película que prometía mucho pero peca aún más de largos periodos pausados que rompen todo el ritmo que se consigue en cada misión. Así la película se hace "difícil" de ver. 



Y más con unas actuaciones que rozan el aprobado, sobre actuadas en la gran mayoría de ocasiones -típico de los orientales-, con las que no apreciamos ninguna progresión lineal de su comportamiento o evolución del personaje (vale, del principal sí, aunque a veces es para darle un bofetada y decirle que espabile). Me explicaré con un ejemplo: Uno de ellos -en un extraño papel de cobarde parricida- se pega todas las misiones paralizado sin pegar un tiro -¡les cuesta cantidad disparar, increíble!- y en la última decide hacerse el heroe con una katana contra un alien con ¿eran 10 espadas? Sin ni siquiera dispararle una vez -porque tiempo tiene-. Adoptando así otro rol diferente; el de estúpido suicida. No sé, a mí me parece muy forzado, muy brusco, sin progresión.
Algo parecido -solo parecido- le ocurre a los otros dos del trío protagonista. Además estos personajes siempre titubeantes se hacen al final muy muy muy cargantes. Yo personalmente al final deseaba que murieran todos.

Como no he leído el manga, ni visto el anime, en el que se basa esta película no sé hasta que punto esta lacra de la lentitud en el ritmo se debe al director o a la historia en sí -en un intento de ser lo más fiel posible al original-. Sin embargo sí puedo decir que las escenas de acción, sin ser del todo una maravilla, están bien resultas. Mas no nos engañemos, no es un film de acción.

En resumen: Si no eres un fanático del manga o ciencia ficción la verás una vez (te dormirás a mitad) y la olvidarás. Yo veré la segunda parte y las recordaré siempre.

Leo en la wikipedia que el Gantz original es un manga seinen (para adultos, no XXX) y que entre otras curiosidades al llegar a 100 puntos tienes 3 opciones y no 2 como en la película. No sé, quizás en el futuro le eche algún vistazo.

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