sábado, 20 de octubre de 2012

Blancanieves y La Leyenda del Cazador




El Thor y una tal Blancanieves.

¿Os acordáis que hace unos pocos meses se estrenaron, en un alarde de originalidad, dos películas basadas en el cuento de Blancanieves y los 7 enanitos? Bien pues de la una, «Mirror, mirror», ya hablé en su tiempo y ahora toca la otra, «Blancanieves y La Leyenda del Cazador». Curiosamente la que más me apetecía ver era esta última. ¡Qué irónica es la vida!

Hablemos primero de la historia, del guión, aquello que muchos ignoran a favor de las aspiraciones de turno o el limitado presupuesto. Queda evidente que por presupuesto no es. En la pantalla luce cada centavo invertido (para bien o para mal). Sin embargo está claro que la trama se doblega a los egos de las tres estrellas para darles más o menos protagonismo en la historia, para bien de unos y mal de otros. Pero aún así la historia es agradable, fácil de ver puesto que no cae en ñoñerías simplonas ni trucos manidos. Es una conversión del cuento ya conocido dándole un giro a la épica estilo LOTR (Lord Of The Rings). Es de agradecer la inclusión de más tintes fantásticos en la trama y un let motiv más creíble que la simple envidia cochina por no ser la mujer más guapa del reino mundial. De echo son estos los pasajes que más enriquecen visualmente la película pese a tener menos peso en la historia -¿Qué hace un troll por ahí?¿Para qué sale, para que empatice el cazador con ella, era necesario?-.
La película luce en todo momento un estilo visual espectacular -sobre todo las escenas de la bruja malvada-, un diseño artístico estupendo que mejora la calidad de la cinta varios puntos por encima de lo que verdad le tocaría.
El director... es un quiero y no puedo. Intenta dirigir a un chiquilla mimada por el público -inmerecidamente- gracias a su famoso papel de la novia del vampiro gusiluz más famoso de la historia, pero esta no responde. Intenta imprimirle cierto tono épico a la historia pero no nos hace vibrar de emoción en las batallas. Por cierto la arenga de ella es la peor que he escuchado en mi vida. Sin embargo es en los momentos de transición, en los más pausados de la historia en donde el artista gana puntos. ¿Quizás porque la petarda-novia-vampira no aparece tanto en ellos?



Los actores están todos sorprendentes. Charlize Theron está sobresaliente y estupenda como bruja malvada-madrastra, de echo es lo mejor de la cinta. Él, Chris Hemsworth, está excelente como Thor el Cazador ¡leches, pues es igual que Thor! y ella, ella sorprende por su falta de expresividad, su nulo talento incapaz de trasmitir nada es digno de la mayor patada en el culo -por no decir palabras mayores-. Igual así cerraría esa boca que siempre está medio abierta en cada primer plano. ¡Qué feo queda eso, por Dios! Sin embargo encuentro lógica su inclusión en el reparto pues su presencia llena de culos las butacas y eso es lo más importante pese a quien pese. Aunque me temo que su carrera (como no mejore rápido) se acabará con los vampiros gusiluz.

En resumen: es una película entretenida y, aunque adolece de su largo metraje, sólo con su espectacular diseño artístico y Charlize Theron merece la pena.

PD: ¿Por qué la bruja no mata a la princesa cuando se hace con el poder?  ¡Tooooooooonta!

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