jueves, 8 de diciembre de 2011

La Cosa (2011)


No, no es un remake. Es la precuela de La Cosa de John Carpenter.

Hasta el cartel imitaron.
Espera ¿seguro? No sé, no estoy seguro. Aunque ya lo sospechaba -porque no había más narices siendo prácticamente la misma situación que la película original- no es sino después de haberla visto que podemos decir que realmente es un remake inconfeso de la original pero oculto en la narración de hechos anteriores a ésta. Es decir que en esta nos cuenta que pasó en la estación noruega cuando encontraron la nave y al bicho-virus. No es descabellado intuir -sobre todo sabiendo como empieza la película de los ochenta- que pasaría más o menos lo mismo que lo que ya vimos.
Pues eso mismo es lo que pasa. Aunque con más medios -para qué negarlo- y más horas de metraje. Justificados en cierto modo en las escenas iniciales y la final. En la primera escena inicial vemos el descubrimiento fortuito y accidentado de la nave dando pie a todo el follón, que si bien no es estrictamente necesaria si aporta un poco de espectacularidad a la cinta dando un buen comienzo. La siguiente escena se usa para presentarnos a tres personajes y es en absoluto necesaria teniendo en cuenta que se podría haber solucionado con una simple conversación en el viaje de helicóptero que también nos muestran; qué ganas de gastar dólares para nada. Así tenemos que ya sobran cinco o diez minutos. Luego pasamos a lo mejor: nos muestran la susodicha nave y a su pasajero. A partir de ahí podemos olvidarnos de algo nuevo porque hasta el final en donde vuelven a la nave todo es igual. Bueno, no exactamente pero casi.
Me gusta más este cartel.
De hecho en su parte troncal es donde la película falla puesto que aparte de no aportar nada, los personajes se ven sin carisma suficiente -cuando en la original estaban muy bien retratados-, sus relaciones se ven frías -quizás contagiados por la temperatura ambiente- y el único aliciente es ver como intentan respetar todo aquello que se nos enseñó en la original de aquella estación tanto en sus ruinas como en los vídeos. Porque los efectos especiales sin estar del todo mal a mí me han dado la impresión de "cantar" mucho. Dándoles sopas con hondas los de toda la vida de la original a éstos hechos por ordenador.

Por cierto que queda por explicar que demonios le pasa al noruego ese que desaparece tras una puerta -aparentemente atacado por algo o alguien- para aparecer al final siendo humano.

Sin embargo la película se deja ver, dando pie a una tarde entretenida sin muchas aspiraciones. Es de agradecer también la explicación que se da al final (entre los créditos) a la persecución del perro por el helicóptero que vemos en la película original.


¡Qué me cuelgen si ese escudo no es el del Real Zaragoza! (en el cuadro de la pared)

Así pues tenemos un remake inconfeso de una película que era un remake de una película de 1951 llamada «It, el enigma de otro mundo». ¡Toma ya! Para que luego no digan que no se lo curran.

Parte final en la navecita con toque tipo «Alien».


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