Femme Fatal

De Palma y la rubia.
Hacía años que deseaba ver esta película. Una vez vi el trailer pensé "De Palma y Antonio Banderas; si pudo hacer una buena película con Nicolas Cage en Ojos de Serpiente ésta tiene que ser cojonuda". Me podía haber dado un infarto o algo así porque una vez más la lógica no se atiene a la realidad. Claro que el trailer engañaba mucho, demasiado.



La película gira en torno a una mujer rubia -la femme fatale de turno- que se queda las ganancias de un robo y se esconde y manipula al Banderas y finge su secuestro y... ya vale. A estas alturas ya habréis adivinado que todo gira alrededor de la rubia de turno lo cual tiene el consiguente pelígro: Si la actriz no es capaz de llevar semejante carga a cuestas la película se va al garete.

Eso es lo que pasa aquí. Que por mucho que Brian de Palma mueva la cámara, diriga y ordene, el resultado final palidece frente la cara de sota de la Rebecca Romijn. La cual pese a tener un tipazo y cubrir con creces ese requisito indispensable del guión sólo parece estar acertada en la escena del bar con el banderas y el marino ese. El resto de su papel es una losa que se le cae encima sin dejarle levantar cabeza.
Si alguien se pregunta quien demonios es esa Rebecca Romijn imaginarosla de azul. Sí, la Mística de X-Men.




Podríamos hablar de los grandes aciertos del director; como iniciar la película con un fragmento de La Loba -un clásico del cine de femmes fatales-, o sus pausados y calculados travelings. Pero siendo como es el máximo responsable del casting creo que él mismo fastidió su película.
Si alguien pregunta por Antonio Banderas le diré que lo hace bien. Cuando aparece en escena se come a su antagonista -que por lo que he dicho antes es cosa fácil- pero hace un papel de pardillo durante la pelí que no se lo aguanta nadie.

Y otro detalle "raro" es el final de la película. Casi parece que Don Brian se arrepiente de poner tan mala a la protagonista que le da la posibilidad de redención y hacer las cosas correctamente. No sé. No es un final acostumbrado pero después de todo no está mal.