miércoles, 3 de marzo de 2010

Concierto de Proyecto Bitterman



CONCIERTAZO.


Así, con mayúsculas. Por que lo fue.

Tanto quejarme de que el sábado tenía que madrugar y no puse nada del concierto gratuito del viernes. Imperdonable error que ahora intento subsanar.

Nos dirigimos mi mujer y yo camino a la sala Deluxe haciendo parada y fonda en los bares del tubo para darle gusto a la tripa a esas horas en las que uno acostumbra a sentarse para cenar. Cuando ya nos disponíamos a levantar el trasero del taburete donde nos habíamos acomodado -cosa difícil en estos sitios- para ir a la sala aparecieron mis padres. Había que brindar -claro- y para ello pedimos otra ronda -lógico-. Soy un tipo raro: me gusta llegar puntual a los sitios, aunque sepa que el resto no va a llegar ni de coña a la hora acordada. Así que llegó un momento que estaba más pendiente del reloj que otra cosa -y aún faltaban 10 minutos para las 11-. Pero al final llegamos -tarde- no sin hacer otra pequeña paradita en un bar cercano para tomar ¿¡un cafe!?. Venga sorteo regalo fantasma al que descubra el auténtico motivo de tan extraña parada. Era este un bar curioso con buena música cuyo ambiente me anoté para una futura visita. Aunque sólo fuera para tomar un café.

Llegamos a la sala en cuestión un poco más tarde de las 11. Por supuesto que no había empezado aún el concierto y el ambiente que se respiraba era más de amigos de la banda que fans del grupo -ya llegarán estos últimos, algún día-. Pero no tardaron mucho en coger sus instrumentos (tres guitarras y una batería) y deleitarnos con uno de los mejores conciertos instrumentales a los que he asistido.

Que me guste a mí es fácil dada mi prelidección por las cuerdas de acero. Pero si le gustó a mi mujer es que la cosa fue soberbia. Tocaron jazz, blues, rock, funky... -creo que no me dejo nada- sin ningún tipo de miramientos. Sin temor o pudor desgranaron sus notas como profesionales experimentados que disfrutan de una tarde de cuadrilla y se dedican a tocar en su local. Sueltos, perfectos. Y para finalizar una jam sesión -¿se escribe así?- en la que participaron todos los músicos que ejercían de público. Lástima de piano, así habría participado también mi hermano, XD. Y entre canción y canción Satur mostraba su labia frente al público dando la nota graciosa a la noche.

No sé cuanto duró el espectáculo pero se me hizo corto. Demasiado corto.

¿Para cuando el próximo?

A modo de curiosidad os dejo aquí un enlace a la página de myspace de Satur y su proyecto Bitterman, en donde podréis escuchar lo que yo pude presenciar.

No hay comentarios: