Arrástrame al Infierno

O el retorno de Sam Raimi.

Cansado de mostrarnos las andaduras de cierto trepamuros newyorkino el director Sam Raimi nos ofrece un retorno al terror. Pero a su terror especial. Ese que empieza con un suspense acuciante para estallar en la carcajada -por lo menos por mi parte-.

Como fan de la saga Evil Dead no esperaba menos. Tampoco hay mucho que contar, no os creáis. Como ese tipo de películas el espectador engañado cree que va a pasar miedo para acabar llorando de risa. Esto no es porque sean malas películas, sino porque es el efecto buscado por su creador. Un artista que maneja a la perfección el tempo y la cámara para dominarnos a sus anchas y conseguir el efecto buscado. Se le nota aquí más a gusto que con la trilogía Marveliana -que pese a todo no pasó de ser un producto de encargo-, más suelto. Quizás debido a la falta de presión de una gran marca por encima de él.

Los actores actúan muy bien y el guión -pese a que creo que podría mejorar- realmente no cansa en absoluto. Si bien es cierto que ciertas escenas ya sabes el resultado antes de que pasen; incluido el final que aquí no pienso destripar.

Sinceramente una buena película para pasar el rato pero... sólo si te gustan de este tipo en especial.


En lugar de poneros el típico trailer ahí va un fragmento para que notéis la gracia de la peli.