jueves, 3 de diciembre de 2009

2012



El mayor desastre jamás filmado.

Y no, no es que la película sea un desastre. Mal pensados. Es que en ella se intenta reflejar el apokalipsis, el desastre final que nos va a llevar a la raza humana a la extinción. Y de paso, para que sea más entretenida, las peripecias de ciertos personajes para llegar vivos al final del flim.

No puedo resistir la tentación de comparar esta película con otra del mismo director -Roland Enmerich-. La antepenúltima para ser más precisos: El día de mañana (EDM). Se nota que la última (10.000) no le fue muy bien y decidio volver al cine espectáculo de desastres, que tan bien le han funcionado. ¿Para cuando un Godzilla 2?

Comienza esta película con una breve introducción al igual que EDM en el que se nos muestra un grave problema que augura desastres a manta. Sin embargo esta vez usa más el suspense que la exposición misma del desastre a base talonario para efectos especiales. Os recuerdo que al principio de EDM asistimos al deshielo impresionante de un gigantesco bloque de la ¿antartida?.

Posteriormente el personaje que lo descubre intenta avisar a sus jefes, las supuestas autoridades políticas, del futuro desastre. En EDM no le hacen ni caso pero aquí sí. Quizás ésta sea una de las mayores diferencias entre las dos películas.

Porque después ya asistimos a dos historias que transcurren paralelas cuyo único fin es el mostrarnos el alcance, la magnitud, la espectacularidad, del desastre. Si bien en EDM la trama es sobre todo después del desastre en 2012 el desastre en sí parece ser la trama. No penseis que por ello que la trama está mal llevada o que deja de ser interesante, al revés. Sólo que la misma trama está pensada sólo para el autentico protagonista, los efectos especiales.

¡Y qué bien lucen en pantalla! Asombrosos.

¿Los actores? Bien, gracias. John Cusack aceptable y el resto en la misma línea. Quizás un Woody Harrelson demasiado istrionico, en un papel que es demasiado cliché. Del gran Danny Glover no diré nada malo.

A mi parecer la película acusa su larga duración en la escena de las arcas. Pese a que intentan animarla un poco con ese suspense de que si entran o no entran en el arca. Y después la escenita de las camaras selladas se cae por su peso. Parece que aquí sobraba la putita del ganster y por gracia divina se llena antes el último compartimiento estanco -en el que está ella- que los primeros -en donde estan los protas-. Cuando precisamente debía ocurrir al reves.

Pienso que es una película espectáculo muy lograda, de esas que hacía mucho no se veían. Con películas así merece pagar los 7 euros de entrada para verla en pantalla grande y no alquilarla en DVD.




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